El desarrollo de componentes residenciales está compuesto por las torres Elsa y Reseda, las casas Bay House y las villas. A pesar de su apariencia lujosa, la mayor parte de las 195 unidades en el complejo son apartamentos subsidiados, solo una de las muchas ventajas que disfruta la pequeña pero próspera población de Mónaco. La última fase del proyecto de Arquitectonica para el principado es un elaborado emprendimiento cívico que apunta a mantener a los residentes de Mónaco en casa y evitar la fuga de talentos jóvenes al exterior. Junto con el componente residencial, el proyecto incluye guarderías y un nuevo hogar para la International School of Monaco, una escuela privada K-12, así como estacionamiento para 1,200 autos. El diseño divide el complejo en dos partes: una torre que contiene la mayoría de las viviendas sociales (que será uno de los edificios más altos de Mónaco) y una estructura de mediana altura con una fachada sinuosa que ofrece sensacionales vistas del Mediterráneo desde terrazas y balcones de varios niveles.
Aún más sensacional es la forma en la que el diseño se adapta a la complejidad topológica del sitio: las dos estructuras están construidas en una escarpa pronunciada, con un desnivel de once pisos que separa la carretera que pasa por encima del complejo de una central que lo atraviesa, y otro de seis pisos con respecto a la zona costera. Con reminiscencias del Parque Güell en Barcelona o del Brooklyn Heights Promenade en New York, la solución de Arquitectonica aprovecha la complicada ubicación junto al acantilado y convierte este desafío en una oportunidad arquitectónica.